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Jueves, Marzo 28, 2024

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Por Matías Frati04 de Junio

Alberto con Lavagna, los empresarios y la apuesta al acuerdo social para poder gobernar la post pandemia

El Gobierno le mandó un mensaje tranquilizante al sector empresarial, que en los noventa era el "establishment" y en estos tiempos es el "círculo rojo".

Este miércoles 3 de junio, en una reunión con los empresarios más importantes de la Argentina, el Presidente Alberto Fernández tiró la frase que esperaban muchos: "acá nadie se va a quedar con la empresa de nadie". La oración fue música para los oídos de todos los presentes.

Pero no fue la única señal que le mandó al "círculo rojo" porque la reunión con Roberto Lavagna, en un almuerzo que mantuvo con el ex ministro de Eduardo Duhalde y luego de Néstor Kirchner, que gozó de los mejores tiempos de la economía nacional en las últimas dos décadas, completó una foto ideal para los ejecutivos.

Es que los empresarios añoran aquellos tiempos de Lavagna cuando el país crecía a "tasas chinas", el superávit de la cuenta externa era muy importante a caballo del valor de la soja y el resto de los comodities, y el mercado interno caminaba sólido sobre la base del consumo, que era sustentado por una reposición de bienes relegada durante la crisis de finales del 2001 y la tasa de inflación baja del primer gobierno kirchnerista.

Con toda esa simbología, el Gobierno tratará de darle contenido a un nuevo "acuerdo social y económico". Y necesita de los empresarios para muchas cosas, como inversiones en el país y mantenimiento del empleo privado.

Sin esas dos cosas, el Gobierno de Fernández tendría muchas dificultades para conducir la crisis. Aun con ambas condiciones no se descartan las complicaciones del proceso, pero el respaldo es un dato importante.

Los meses post pandemia van a ser muy duros. Está muy claro. Y el Gobierno no cuenta con fuerte respaldo como parece, porque el apoyo de la gente es a la cuarentena entendiendo que no había alternativas a los contagios. Pero aun así, al cumplirse 80 días de confinamiento el próximo domingo, podría advertirse que la adhesión a la medida también va perdiendo efervescencia.

Viene un tiempo definitorio para la dirigencia nacional, que deberá tener templanza, paciencia y sabiduría para encausar al país en el camino de la recuperación.

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