Es difícil discernir, por estas horas, lo que es información de lo que es operación política.

El Gobierno intentará, por todos los medios, acceder al mejor acuerdo posible con los bonistas internacionales mientras que estos intentarán, por todos los medios, cobrar la mayor cantidad de plata que le adeuda el Estado argentino.

Este martes, la portada del diario porteño BAE destaca que "Economía no pagará los u$s 503 millones y Argentina entrará en default selectivo". De ser así -y dicho medio maneja buena información- nuestro país estaría dando una pésima señal para lo que verdaderamente interesa, que es renegociar los u$s 68.000 millones de deuda que son bastante más pesados que los mencionados antes.

La expectativa del Ministerio de Economía estaba depositada en disponer de un margen de maniobra mayor por el contexto actual del mundo. Y quizás lo podría obtener, si pagase ese compromiso que el viernes podría hacer que la Argentina se mantenga a flote o empiece a hundirse en las aguas del default.

Decía al inicio que todavía es difícil discernir operación de información porque hay muchos intereses en juego y porque todos quieren ganar en esta pulseada táctica de la deuda. La verdad se conocerá después del viernes. Y la posición de nuestro país respecto del mundo, también.