Una ONG inglesa informó ayer que eliminó a la Argentina de los informes estadísticos que realiza en cuanto al seguimiento y la evolución del coronavirus en el mundo. La razón fue la poca confiabilidad en los datos que proporciona el Gobierno.

El tema generó revuelo en nuestro país, ya que la cantidad de contagios informados por día como así también el número de fallecimientos de personas con Covid-19 siempre estuvo observado con lupa desde los sectores políticos opositores y los académicos que entienden en la materia.

Lejos de ofuscarse por la situación, esta vez una alta fuente del Gobierno nacional no desmintió a la organización inglesa, sino que le dio la razón. Fue el Ministro de Salud de la Nación, Ginés González García quien admitió que van a tratar de corregir esa situación.

Reconocer el error es un paso adelante para pensar en una posible remediación del mismo. Ahora el Gobierno tiene que hacer lo necesario para subsanar la situación. Y lo necesario estaría en las provincias. A juzgar por las declaraciones del ministro, el problema es la baja calidad de los datos que informan desde el interior del país.

"Hoy [por ayer] empezamos a corregirlo", adelantó el funcionario en diálogo con la señal de noticias C5N, y continuó: "Todavía no está totalmente hecho. Lo que dice la ONG inglesa es lo mismo que decimos nosotros. Estamos preocupados, pero lo estamos modificando y también simplificando el sistema".

González García explicó que el cuestionamiento mayor llegó por los datos positivos de los resultados de los testeos. Que desde las provincias se informaban los positivos en primer lugar, pero no los negativos. Eso daba que la tasa de positividad fuera extremadamente elevada, dato que llamó la atención en el propio Ministerio, ya que dice el ministro que "habían elevado la cantidad de testeos diarios".

Después de lo que pudo ser un escándalo internacional -y, de hecho, puertas adentro de la comunidad científica y académica lo es, - que un país sea retirado del listado de información de la pandemia por la baja calidad de las estadísticas que proporciona, resta esperar que el Gobierno argentino articule los mecanismos suficientes para mejorar esa información.

El asunto es muy preocupante. Se tomaron decisiones con datos que no eran veraces. Eso pudo complicar la situación epidemiológica de cada provincia, en el caso de que las medidas no fueran las necesarias para frenar la circulación viral. O pudo exagerar las restricciones, produciendo una feroz e innecesaria parálisis económica donde no hubiera motivo para detener la actividad.

En un país donde la gente se ha acostumbrado a que cuando le dicen el dato de inflación duda de que este sea cierto; y cuando le cuentan el nivel de pobreza desconfía del resultado de la medición; no es extraño que los números alrededor del Covid-19 no sean reales. Y que se admita la situación sin que haya una consecuencia concreta al respecto suena mucho a que le han descubierto el truco, para la próxima intentarán mejorarlo.