Hay que hacerse cargo. Eso de decir que "todos son buenos y cumplen con la cuarentena" o que este no fue, pero aquel tampoco no se condice con el crecimiento de contagios de Covid-19 que ocurren en todos lados.

Pareciera que nadie es pero la pandemia avanza, y eso es lo peor de todo. Similar a cuando alguien dice "no sé por qué engordo si no como nada"... Verdades son verdades, y lo que hay que hacer es asumir la responsabilidad de los actos.

Lo único que evita el contagio es el no contacto. Eso es así. ¿Se puede cumplir? Evidentemente no. Entonces habrá que pensar en la remediación de las consecuencias que genera el no poder cumplir.

Para poder superar esta fase culposa de que nadie es pero el virus se expande, hay que asumir que en realidad muchos son los que están haciendo cosas que no deberían hacer. Si la primera recomendación es evitar contacto, ¿es imprescindible salir a buscar contacto? Cada uno tiene que mirar para adentro suyo y, sin decirle nada a nadie, hacer una evaluación personal de lo que está haciendo. Un acto de constricción. Ni más, ni menos.

Después de eso, asumir si se quiere seguir haciendo lo mismo que se hizo hasta ahora. Si no se van a cambiar las conductas, entonces hay que ser responsable en las consecuencias y aceptarlas, porque van a haber consecuencias.

Muchas veces hemos dicho que "todavía se está a tiempo". Pues a esta altura de los acontecimientos, con el virus tocando las puertas de nosocomios, pesqueras, geriátricos, psiquiátricos, comercios de venta de ropa, supermercados, cafeterías y más, no se puede precisar si todavía se está a tiempo de revertir varias de las cosas que se buscaron evitar en el principio.

Pero cada uno sabe lo que hizo, lo que hace y tiene capacidad para elegir que quiere hacer. Pero no más hipocresía. En este tema, no.