La clasificación a semifinales estuvo asegurada desde el primer momento. Porque River Plate ya tenía una diferencia de dos goles a favor, que había logrado en el partido de ida en Buenos Aires, y porque el trámite de los primeros minutos no parecía que eso fuera a cambiar.

Sin embargo, la expulsión del arquero Sergio Rochet por una infracción temeraria, fuera del área, contra el delantero Matías Suarez, confirmó que la diferencia numérica en el campo iba a ser un elemento determinante.

Y empezaron a llegar los goles, sin solución de continuidad. Primer fue Carrascal, luego Nicolás De la Cruz para que River terminara el primer tiempo dos a uno. En el segundo tiempo Bruno Zucculini puso otra vez la diferencia más amplia para que Borré sellara la victoria con tres goles más.

Es la segunda vez en la historia que un conjunto hace seis goles en la Copa. La anterior había sido en 1960 cuando Gremio le ganase a Universidad de Chile por 6 a 0.

En la próxima instancia los "Millonarios" recibirán a Palmeiras, que es el equipo que marcha invicto en la competencia y el que mejor clasificó, por lo tanto mantiene la diferencia deportiva de cerrar la serie en su localía.