A poco de retornar a las prácticas grupales activas, el fútbol tiene una advertencia clara entre los planteles de elite: la infección llegó a Independiente de Avellaneda, uno de los equipos profesionales del fútbol argentino, por lo que las medidas de prevención deberán ser mucho más precisas de lo pensado.

El caso del delantero de Independiente Mauro Molina es la muestra de que no solo a los equipos del ascenso o de divisiones menores les podía pasar. Molina dio positivo a un test de coronavirus, encontrándose en buen estado de salud y cumpliendo con el correspondiente aislamiento en su domicilio.

El atacante, de 21 años, luego de presentar algunos síntomas compatibles con la enfermedad de Covid-19, se realizó un hisopado el último martes y ayer se conoció el resultado positivo. La información fue difundida por la agencia nacional de noticias Télam, tras ser verificada desde el departamento de comunicación del club.

El joven, oriundo de Florencio Varela, con debut en el primer equipo de Independiente a los 18 años, en diciembre de 2017, ya se encuentra en proceso de recuperación, aunque la afección le impedirá estar presente en los primeros días del regreso a las prácticas, que serán desde el próximo lunes en Villa Domínico.

Desde el club se indicó que tanto el manager Jorge Burruchaga, como el director técnico de la reserva Fernando Berón -con el que entrenaba en los trabajos individuales- y miembros de la Comisión Directiva están en constante contacto con Molina, quien será monitoreado por el cuerpo médico del plantel profesional.