Después de un año complicado, donde la pandemia y la eventual cuarentena (ASPO y DISPO) condicionaron la gestión del primer año de gobierno del intendente Guillermo Montenegro, reapareció la tranquilidad sobre el equipo del jefe comunal.

Si bien era remota la posibilidad de que las rendiciones de cuenta no se aprobasen, hasta que las manos de los concejales no se levantan para sancionar las ordenanzas, todo puede suceder. Por eso, en la intimidad de la gestión lo ocurrido ayer se festejó.

Así, las rendiciones de la administración central, los entes descentralizados y la empresa Obras Sanitarias pasaron la zaranda del deliberante, con el voto positivo del interbloque oficialista (Vamos Juntos, la UCR y la Coalición Cívica) más Acción Marplatense y los monobloques.

Del otro lado quedó el kirchnerismo encarnado en el Frente de Todos, que decidió no acompañar ni dar acuerdo con lo presentado, diciendo que faltaron algunos detalles por parte del Ejecutivo a la hora de explicar. En otras palabras, esperaban un escenario de mayor bullicio alrededor de un tema que no lo requería.