El casino es una actividad de entretenimiento tradicional en la ciudad de Mar del Plata. Ayer, a juzgar por las declaraciones del gobernador Axel Kicillof, dicho entretenimiento no estaría habilitado para ser desarrollado este verano.

Los anuncios del jefe de estado provincial fueron claros, en función de las actividades de esparcimiento: no serán habilitadas aquellas que se desarrollen en lugares cerrados.

Es cierto que el casino es una importante fuente de ingresos para el estado provincial, dado que las salas de juego pertenecen a la Provincia de Buenos Aires. ¿Pero, acaso el gobierno provincial va a inhabilitar otras actividades en espacios cerrados y va a abrir los casinos por el solo hecho de que le son propios? Sería juzgar con doble vara, claramente.

Mientras, y aferrados al argumento de que el juego es de la Provincia y que "no se va a perder la recaudación que propicia", los empleados del sector aguardan que en los próximos días haya más precisiones sobre lo que se podrá hacer y lo que no. Y confían que el gobierno bonaerense habilitará las salas de juego.

Sin embargo, y a fuerza de coherencia, todo hace indicar que este verano no habría casinos en Mar del Plata. Por lo menos, no en las condiciones actuales de circulación viral en la ciudad.