Ayer, dirigentes del oficialismo y la oposición quedaron enredados en una discusión acerca del cambio de fechas de las elecciones PASO y las generales, previstas y anunciadas en el calendario electoral semanas atrás.

Luego de una reunión celebrada en la Casa Rosada, había trascendido que existía un acuerdo de las dos grandes facciones para cambiar las fechas, hecho que le favorecería electoralmente al oficialismo, caído fuertemente en los niveles de popularidad que marcan las encuestas.

La oposición salió a aclarar que no participa de ningún acuerdo de esas características, lo que de por sí deslegitima la versión anterior. Sin embargo, cabe preguntarse, ¿por qué tanta ingenuidad de la oposición de ir a reuniones sin que se les informe el carácter de las mismas?

No es nuevo lo ocurrido ayer, tal vez tendrían que tomar mayores recaudos cuando son convocados. Lo cierto es que, después de comunicados los hechos reales o no, el desgaste alcanza a todos por igual. Como las zapatillas que de tanto patear se les rompe la puntera.