Nevada es la clave. Al parecer, todos los ojos están puestos en lo que haya ocurrido electoralmente allí. De imponerse en ese estado, Biden habrá conseguido dos cosas: desplazar a Donald Trump de la presidencia del país del norte, y llegar como el presidente norteamericano más votado de la historia. Esto último es un mérito mayor, teniendo en cuenta que en los Estados Unidos el voto no es obligatorio sino optativo.

Ya en la recta final del conteo para lograr los 270 electores necesarios para llegar a la Presidencia, Biden se impuso en los comicios de Michigan, donde obtuvo un número importante de electores para el Colegio Electoral, quedando apenas a 6 escaños para lograrlo. Y Nevada aportaría, justamente, esos 6 electores para quien resulte ganador del comicio.

Sin embargo, también resta contar los votos de Alaska, Georgia, Carolina del Norte y Pensilvania, los estados ya están prácticamente cerrados a favor de Trump con más de entre 55 y 250 mil votos de diferencia. Suponiendo que el actual presidente gana en esas jurisdicciones, sumaría 268 votos electorales, por lo que quedaría dos votos abajo de su rival.

De ser así, es muy posible que la contienda se termine resolviendo judicialmente, dado que Trump ya habló de maniobras fraudulentas en su contra y los abogados del partido republicano empezaron a enviar cartas documento para entablar una lucha que puede llegar a la Corte Suprema de Justicia, con mayoría republicana.