En un contexto complicado, del que no se tienen precedentes en los Estados Unidos, por lo menos en los últimos 50 años, el presidente Donald Trump se declaró ganador y habló de fraude en su contra.

"Nosotros ganamos esta elección", dijo Donald Trump en un discurso durante la madrugada en la Casa Blanca. Sin embargo, el escrutinio provisorio va señalando que su rival, el demócrata Joe Biden, estaba muy cerca de alcanzar los 270 electores para tener mayoría en el Colegio Electoral y proclamarse presidente, devolviéndole el gobierno al partido de Barak Obama.

La afirmación del presidente llegó en el momento en que aún sigue el recuento de votos en una elección que, tal como se anticipaba, resulta ser una de las más reñidas en la historia de los Estados Unidos.

Anoche, las fuerzas de seguridad norteamericana extremaron las medidas de seguridad en la Casa Blanca, a punto de que se habló de un "blindaje" en torno al centro del poder mundial en Washington D.C.

La mayoría de los analistas internacionales señalan que la división social que se produjo en Estados Unidos con el gobierno de Trump es inédita.