En España, tras el aumento de contagios de las últimas horas, las diferentes comunidades empezaron a evaluar el cierre de las actividades nocturnas, fundamentalmente aquellas que tienen que ver con el entretenimiento y que fueron el epicentro de los nuevos lugares por donde rebotó la enfermedad.

Sin embargo, el problema al que se enfrentan las comunidades autonómicas es que ese tipo de locales de esparcimiento son los que emplean a unas 300.000 personas, con todo lo que ello implicaría un cierre de los locales para millones de personas que están directa o indirectamente relacionadas al entretenimiento.

Ayer, jueves, se confirmaron 971 casos nuevos de coronavirus y significaron 240 más que en las últimas horas. Eso encendió las luces de alerta entre los funcionarios del sistema sanitario español.

Las diversas fuentes españolas indican que un local de copas está en el foco de la tormenta: fue el que obligó a volver a la ciudad murciana de Totana a lo que sería el similar a la fase 1 en la nueva normalidad. Esto redunda en el cierre de los comercios.

Por otro lado, en Aragón otras cuatro comarcas tuvieron que bajar al estándar de fase 2 y en Cataluña están preocupados porque la situación empieza a salirse de control también. Son coincidentes las voces que ponen el ojo en el ocio nocturno como el motivo del repunte de los contagios.