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Viernes, Marzo 29, 2024

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País08 de Septiembre

Para muestra alcanza una foto

Vecinos de un country hicieron frente a la orden judicial que determinaba dónde iba a ser alojado el empresario Báez. Por donde se lo mire, a la sociedad argentina le está faltando algo.

La patética foto del intento de ingreso de Lázaro Báez al country Ayres del Pilar, en la tarde y noche del lunes, es una muestra perfecta de la división que existe en la sociedad argentina hoy.

Báez obtuvo el beneficio del arresto domiciliario. Por eso sus abogados designaron una propiedad a su nombre, en el coqueto country, para que cumpla condena. Una condena privilegiada, en un espacio donde ningún otro recluso podría pagar sus diferencias con la Justicia, en una casa con pileta de natación y un barrio donde el lujo es parte de lo cotidiano.

Pero los vecinos, copropietarios del lugar, se negaron a aceptar su presencia. Y en otra muestra de hartazgo y disociación entre lo que es y lo que debe ser, frenaron el avance del furgón del Servicio Penitenciario Federal impidiendo que el recluso sea depositado en la casa a la que iba a tener como cárcel vip.

Esto que parece un rasgo de madurez en la sociedad argentina también podría ser visto como un elemento de la anomia social en la que estamos.

Es cierto que Báez tiene muchos puntos flojos por los que todavía la gente considera que no se han saldado para volver a insertarse en el actual contexto de sociedad. Pero también es real que una sociedad que no obedece la manda de un juez es una sociedad a la que no le sobra republicanismo.

Quizás pueda que tenga que hallarse un camino intermedio, como parche, para seguir avanzando. Lo más sano sería que se resuelva un sistema judicial donde los honestos puedan transitar libremente, y aquellos que no lo fueron cumplan con el sistema judicial a derecho.

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